SEDES

Pintura de la bóveda
Pintura de la bóveda

CAPILLA DE LA HERMANDAD

 

 

En el interior de la parroquia de Santiago, aunque como construcción exenta, está la Capilla de Jesús. De forma rectangular, se construye en el primer cuarto del siglo XVIII. El primitivo retablo aun parcialmente conservado bajo el actual, constaba de una única hornacina de medio punto donde se albergaban las tres imágenes, exornado con pinturas murales figurativas alusivas a la Pasión, descubiertas en la última restauración del mismo.

Cubierta por una bóveda, pintada en 1930 por González Peña con motivos eucarísticos entre los que destacan las imágenes de cuatros santos defensores de la eucaristía como son Santa Clara de Asis, San Juan de Rivera, San Pascual y San Tarsicio, junto con una quinta pintura de Jesús dando la comunión a San Juan. Está rematada por tejado a cuatro aguas con escudo de la Hermandad.

 

Retablo de la capilla
Retablo de la capilla

El retablo actual, de estilo barroco, data del final del siglo XVIII, aunque no esta documentado. Es de lo poco que se salvó de la quema del templo en 1936. Destacan sobre el mismo el Sagrario de Plata y el frente de altar en finísima cerámica es de la Fábrica de José Mensaque, siendo su autor Antonio Martín Bermudo “Campitos”. Consta de tres hornacinas donde se sitúan las tres imágenes titulares de la Hermandad. Sobre el camerín de Ntro. Padre Jesús Nazareno se sitúa una capillita con la imagen de San Agustín de Hipona obra del escultor alcalareño Manuel Pineda Calderón, sustituyendo a una imagen de Santa Bárbara que se situó en el altar de la Milagrosa contiguo a la capilla.

San Agustín de Hipona, obra de Pineda Calderón
San Agustín de Hipona, obra de Pineda Calderón

En 1949, el escultor alcalareño D. Manuel Pineda Calderón restaura la capilla, decorando los muros imitando damasco rojo, limpiando, restaurando y dorando zonas dañadas del retablo, tallando la imagen de San Agustín de Hipona, la cual es donada por el alcalde D. Joaquín García Bono. Se colocan nuevas vidrieras, pasando las antiguas a la sacristía y se coloca una lámpara de cristal de ocho brazos, donada por las hermanas Alcalá y Henke, que recientemente ha sido sustituida por una iluminación más acorde.

Bajo la solería de mármol blanco, reposan los restos de muchos hermanos cuyas lapidas mortuorias transcribe el Padre Flores en sus Memorias Históricas. En esta Capilla, además de los Cultos se celebraban los Cabildos y Juntas de Gobierno

Sagrario.
Sagrario.

Está guardada la capilla por reja de forja sevillana del siglo XVIII, sobre la cual forman tres letras separadas, que conforman el anagrama J.H.S (Jesús, Hombre Salvador). Dicha separación anormal de las letras se debe a que a finales del siglo XIX, al convertirse la capilla en Sagrario de la parroquia, sustituyen al antiguo nombre allí situado de “JESÚS”.

En esta capilla la Hermandad celebra mensualmente misa en sufragio por el alma de los hermanos difuntos, siendo especialmente visitada todos los viernes del año. El Jueves Santo se instala el Monumento.

Monte Calvario, donde se desarrolla la Ceremonia del Encuentro y Sermón, y Ermita de San Roque
Monte Calvario, donde se desarrolla la Ceremonia del Encuentro y Sermón, y Ermita de San Roque

 

 

 

ERMITA DE SAN ROQUE, DE ALCALA DE GUADAIRA

 

Siguiendo los ANALES DE ALCALA escrito por Don Leandro José de Flores, hijo de esta ciudad y cura del Sagrario de la Catedral de Sevilla, se lee: «en el año 1579, existían tres ermitas; según la visita que hizo por comisión del Sr. Prior, D. Pedro Montañés de Angulo, cura de S. Sebastián: la de Sta. Lucía, Sta. Catalina y la de S. Roque.

 

Dice la citada visita que la ermita de San Roque se fundó en el año de 1570, con limosnas de los vecinos de esta Villa; es de una nave con su capilla con diez varas de largo; hay dos cofradías, San Roque y San Ginés, sin renta.

 

Está en lo eminente de un alto monte al mediodía llamado el Calvario, donde fenece la Vía‑Sacra y el 19 de julio de 1699, doce caballeros del pueblo formaron una hermandad para cuidar y administrar el monte Calvario y sus cruces y la ermita y fiesta del Santo con el título del Santo Cristo del Calvario y San Roque; y así es que en el altar mayor está en medio un Señor Crucificado y a los lados Ntra. Sra. de los Dolores y San Roque.

 

Por los años de 1618, en litigios que tuvo el Señor Prior de ermitas con la jurisdicción ordinaria eclesiástica sobre visita y otros puntos, se hizo parte Don Francisco García Crespo, mayordomo de la de San Roque de Alcalá, el que tuvo que sobreseer y obedecer al Señor Nuncio de Su Santidad que fulminó censura sobre ello.

 

Paga la Villa cincuenta reales para Misa y sermón el día del Santo a la que concurre por voto del año de la peste; no se dice en cual, mas teniendo presente que la ciudad de Sevilla, hizo su voto en 1576, no parece extraño que en el mismo lo hiciera esta Villa, cuando ya se dice fundada la ermita en 1570.

 

 

Consiguiente a lo mucho que han escrito los historiadores y oradores cristianos de la vida, culto y protección de San Roque, en especial Moreri, sobre la distribución de sus reliquias, y Cavelarí con otros litúrgicos sobre su oficio y Misa, según el decreto de la sagrada congregación del 30 de junio de 1629, se reza y se puede rezar en San Roque en Alcalá y celebrarse Misa no sólo la que ofrece el Ayuntamiento por voto y los fieles por devoción, sino también en las otras Iglesias y por todo el Clero del Pueblo, conforme al edicto promulgado por el Cabildo de la Santa Iglesia de Sevilla el 19 de junio de 1632.

 

Ya se habló de la Hermandad de doce caballeros para cuidar el monte Calvario y sus cruces y en la Orden Tercera de San Francisco se insinuó la devota estación de la Vía‑Sacra, que hace los Viernes de Cuaresma, principiando en la Cruz del puente y rodeando las calles y subidas del monte, visitando todas las cruces y últimamente predicándose una devota plática o sermón moral en la ermita. La cofradía de Jesús Nazareno, hace estación de penitencia a este monte el Viernes Santo por la mañana, predicándose humillación y sermón, de manera que aquí se ven los actos más tiernos y fervorosos de devoción, siendo al mismo tiempo el sitio más ameno y delicioso, particularmente desde su altura.

 

Como por los años de 1787, se juntaban varios devotos los jueves y viernes por la noche a hacer los ejercicios de la madre Antigua en esta ermita; después los continuaron en San Juan de Dios, y alguna otra vez los hubo en varias Iglesias; mas no permanece en el día de hoy esta devoción.

Hay también en esta ermita altar y cofradía de San Ginés, lo que nos recuerda los tiempos antiguos en que lo más del campo y haciendas de Alcalá estaban pobladas de viñas y de aquí la devoción con el Santo que los protegía contra el pulgón.

Derribadas que fueron las ermitas de Santa Lucía y Santa Catalina en 1806 a 1807, se reunieron a esta de San Roque con algunas de sus Imágenes. Pero hundido también el techo de ésta, no teniendo ya los devotos esperanza de verla reedificada, por decreto de¡ Señor Provisor que por concordia con la dignidad del Prior despacha los asuntos de ermitas, precedidos informes y oído el Fiscal, dio comisión al Vicario de esta Villa el 24 de diciembre de 1823 encargando la obra y reedificación de esta ermita de San Roque con las limosnas y con el arrendamiento de los olivares de Santa Lucía, a Don Laureano Angulo, Don Francisco Calderón Caraballo, Don Francisco Caraballo Ruiz y Don Manuel Ballesteros‑, se espera el resultado y entretanto está la imagen de San Roque en Santiago, y allí le hace la villa su fiesta».

 

Se reedifica de nuevo la ermita en 1886, por Don Eduardo de la Portilla, siendo de su propiedad lo mismo que todo el monte, continúa por estas fechas haciéndose función el día del Santo y cuando lo desea algún devoto, y muy visitada el Viernes Santo.

Estado actual del interior de la ermita
Estado actual del interior de la ermita

El 17 de marzo de 1966, Doña María Pérez de Guzmán y Pickman, viuda de Don José Domingo de la Portilla y Portilla, otorga ante el Notario de esta Ciudad, escritura pública de donación a Don Luis Calvo Carrera, como Hermano Mayor y en representación de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de¡ Socorro, de la finca denominada «El Calvario», en la que se encuentra ubicada la ermita. Esta donación se realiza con la finalidad y objeto de que la Hermandad donataria pueda realizar anualmente y por siempre jamás en el Cerro de¡ Calvario o de San Roque, las ceremonias religiosas que con sus Benditas Imágenes titulares se llevan a cabo en el mismo, desde hace siglos, en la mañana de1 Viernes Santo de todos los años, a cuyo efecto dicha Hermandad procurará mantener la finca donada en su actual estado y conservarla en las condiciones precisas para que no se quiebre ni abandone tan preciosa tradición alcalareña, recogida por lo demás como precepto estatutario en sus Reglas. En esta donación intervino como mediador y de manera desinteresada y fundamental, nuestro hermano y abogado Don Juan Moya García.

El 1 de noviembre de 1970, la Hermandad conmemoró el IV Centenario de la Fundación de la Ermita de San Roque, con Misa participada y panegírico a cargo de nuestro Director Espiritual, ante la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que fue trasladada a hombros de nuestros hermanos desde la Parroquia hasta la Ermita en solemne Vía Crucis, regresando al término de la misa procesionalmente al templo parroquial, acompañado de una multitud incalculable de devotos.

 

El 20 de septiembre de 1974, la Hermandad acordó la reconstrucción total de la techumbre, que se encontraba en pésimo estado. Consistieron las obras en nueva techumbre de madera cubierta de tejas de¡ país, restauración de la bóveda vaida y vivienda de¡ santero, zuncho de amarre para la nueva techumbre, colocación de una solería interior, restauración y colocación de un nuevo altar, instalación eléctrica y otros detalles para su embellecimiento, manteniendo en todo su estilo arquitectónico. Las obras dirigidas por D. Luis Alvarez Selma finalizaron en mayo de 1975.

 

            El domingo 22 de junio de 1975 ofició Misa en la Ermita el Reverendísimo Sr. Car­denal Arzobispo de Sevilla Doctor D. José María Bueno Monreal, con motivo de su aper­tura de nuevo al culto, después de su restau­ración y siendo colocada en su interior una lápida conmemorativa de la efemérides.

En 1982, en proyecto aprobado por la Junta de Gobierno y con la dirección de Don Luis Alvarez Selma, se emprende la tarea de construir una sacristía en la Ermita, que consistirá en agregar una habitación en el lado del Evangelio, sobre la base de otra presuntamente existente, con las mismas características del resto de la edificación, a saber, techumbre con tejas del país, ventanal enmarcado en arco de ladrillo limpio, paredes rústicas y solería igual a la del interior de la Ermita. El presupuesto, al igual que el de la anterior restauración, sería cu­biertos por hermanos enamorados del pro­yecto.

 

      En el verano de 2002 se restaura el tejado de la ermita debido a ligeros desprendimientos en el material de cubrición así como en los elementos de madera (viga y tablazón) que existían en el interior del artesonado. En éste mismo año la Hermandad solicitó a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la inclusión de la ermita en el catálogo Andaluz de Bien de Interés Cultural, al que se adhirió el consistorio alcalareño.